3. Origen de la propuesta del Observatorio

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3. Origen de la propuesta del Observatorio

Desde un inicio, las Centrales Sindicales identificaron el empleo y las relaciones de trabajo como aspectos que podrían se debilitados en el proceso

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de integración regional. Tales temores estaban justificados ya que, como vimos, en esta primera década de Mercosur se intensificoó el problema del desempleo y junto con él se agravó la precarización de las condiciones de de contratación y de trabajo.

La propuesta del Observatorio surgió de la constatación que el mercado de trabajo en los cuatro países estaba sofriendo fuertes cambios. Ese hecho colocaba la necesidad de acompañar el proceso desde una perspectiva regional. Igualmente se hacía necesario crear condiciones técnicas para que se desarrollasen discusiones a nivel institucional sobre políticas de empleo. El Observatorio estimularía también la apertura de negociaciones tripartitas (gobiernos-empresarios-trabajadores) o bipartitas (empresarios-trabajadores) con una agenda orientada hacia el empleo, la formación profesional, etc.

Las Centrales Sindicales fueron estimuladas también por experiencias locales en curso, como la que estaba en fase de implantación en São Paulo (Brasil) [ La existencia de un Observatorio en la Unión Europea también fue una importante referencia, aunque tenga características diferentes a la que fue propuesta por el movimiento sindical en el Mercosur.] . Allí, un Observatorio Permanente de Situaciones de Empleo y Formación Profesional fue constituido por el gobierno del Estado, las centrales sindicales y las organizaciones empresariales, con el objetivo de tener un órgano que simultaneamente tuviera participación tripartita y capacidad te´cnica para intentar coordinar la aplicación de las políticas de empleo y formación profesional en esa ciudad [Lúcio e Sochaczewski, 1997; SERT,1996]. Se trata de un diseño institucional donde la política pública de empleo está basada en la negociación tripartita y ligada a las demandas pesquisadas junto a la propia población y en el mercado de trabajo.

También, las Centrales Sindicales colocaron en la agenda la constitución de un Observatorio del Mercado de Trabajo del Mercosur dentro de una visión que articulaba además otras iniciativas buscando enfrentar los nuevos desafíos colocados en los años 90. Por eso, el Observatorio debe ser evaluado en su articulación con esas iniciativas contemporaneas, como la Declaración Socio-Laboral, la Comisión Socio-Laboral, los intentos de negociaciones bipartitas supranacionales por grupos empresariales o sectores económicos, etc.

La propuesta de la constitución de un Observatorio del Mercado de Trabajo del Mercosur surgió del sector sindical y fue presentada en la reunión del SGT10 realizada los días 9 a 11 de setiembre de 1996 en Brasilia. La iniciativa fue aprobada por el GMC en su reunión de 10 y 11 de octubre de 1996, en esa misma ciudad (Ata n.3/96).

Los objetivos de las Centrales Sindicales, al hacer la propuesta, fueron:

• constituir un espacio institucional donde el tema del empleo estuviese en evidencia y fuese prioritario;
• consolidar la participación sindical a través de la legitimación del tripartismo en ese nuevo espacio;
• maximizar el uso de las pesquisas sobre mercado de trabajo ya existentes y orientar la demanda de nuevas pesquisas;

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• colocar en la agenda la necesidad de articular, nacionalmente y en el Mercosur, políticas (pasivas y activas) de empleo;
• crear condiciones institucionales para estimular las negociaciones bi o tripartitas, por grupos empresariales, sectores, nacionales y/o supranacionales.

Como todos los temas sociales en el Mercosur, una iniciativa como esta, iba a sufrir (y viene sufreindo) los problemas propios de un asunto que los gobiernos quieren ver en segundo plano. Y si la aprobación del proyecto fue una victoria, su implementación ha tenido que enfrentar los problemas de falta de recursos (humanos y financieros) y del estrecho espacio político que una propuesta de ese tipo tiene en el actual contexto del Mercosur.