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[page-number of print ed.: 19(continuation)] 6. Posibilidades y límites del proyecto El Observatorio puede ser una buena herramienta para que el movimiento sindical intervenga en el proceso del Mercosur. Para fundamentar esa [page-number of print ed.: 20 ] afirmación podemos citar varias razones: (a) Se trata de un espacio institucional regional cuyo foco es el empleo. Por su naturaleza ese espacio puede operar con una lógica invertida en relación al enfoque gobernamental actual de dejar en segundo plano las cuestiones sociales como un producto residual de las decisiones tomadas en el ámbito del Mercosur. (b) Es un órgano permanente, que podemos y tenemos que buscar que se transforme en una instancia que por sus méritos propios gane destaque en el ámbito regional. (c) Su órgano gestor tiene una composición tripartita deliberativa. La participación deja, al menos en parte, de ser "consultiva" y la instancia gana mayor capacidad política y de acción. Evidentemente que la subordinación al SGT10 hace con que esas características sean incompletas, pero, de cualquier manera, significam una posibilidad de alteración del actual patrón de funcionamiento en el ámbito del SGT10. Entre los problemas que están colocados debemos destacar que sólo al movimiento sindical le interesan las potencialidades que aqui señalamos. Los gobiernos vienen aceptando un mayor grado de institucionalización de los temas sociales en el Mercosur muy presionados por los cambios de coyuntura en los países; pero, la constitución de esos espacios no quiere decir que veyan a concederles prioridad ni prestigio. Igualmente, las representaciones empresariales han actuado en general con vistas a frenar esos procesos. El interés es fundamentalmente nuestro, de las Centrales Sindicales, de potencializar esos espacios, de que funcionen, que produzcan políticas e iniciativas, que repercutan los temas que son objeto de agitación social en nuestros países, que se transformen en medios para apuntalar nuestas demandas frente a los gobiernos y a los sectores empresariales. Simultaneamente, es necesario articular esa actuación en el Observatorio con las iniciativas que el movimiento sindical está tomando en otros ámbitos de negociación tripartita (con empresarios y gobiernos) o bipartita (con los empresarios). Pero, para alcanzar esos objetivos debemos tener una estrategia que supere la actual rutina que le quita dinamismo al funcionamiento del Observatorio - caso contrario el mismo podrá ser reducido a una "vida vegetativa". Las Centrales Sindicales necesitan, entonces, definir sus prioridades y un plan de trabajo común. En base a ese consenso podremos actuar cada uno de nosotros en su país con una visión común y con bases concretas para una efectiva coordinación del sector sindical. © Friedrich Ebert Stiftung | technical support | net edition fes-library | November 2000 |